Nuestra historia
Nuestra empresa cuenta con casi 110 años de trayectoria y tradición. Desde 1912, cuando Felipe Fort se embarcó en este viaje, nuestra gente ha trabajado con compromiso y dedicación para producir los más deliciosos chocolates artesanales, combinando materia prima de primera calidad y tecnología de vanguardia. ¡Conocé nuestra historia!
Don Felipe Fort, con tan solo 12 años, se vale de una piedra para refinar el primer cacao. Es en la casa de sus padres donde inicia la fabricación de chocolate artesanal.
Felipe Fort se asocia con López Maceda y se establece la sociedad López y Fort. Paralelamente, comienza la producción de caramelos.
Felipe Fort adquiere la primera refinadora mecánica que permite a la empresa alcanzar un incremento en la capacidad de producción. Algún tiempo después, comienza la fabricación de bombones.
Felfort se convierte en la primera empresa argentina en producir huevos de pascua en el país. Hasta ese entonces, los huevos eran importados desde Europa.
Tiene lugar la construcción del primer edificio de la compañía en Gascón 349 que contaba con una superficie de 1500m².
Felfort da inicio a la producción de turrones elaborados según recetas españolas y con materia prima importada de Gijón. Allí, la sociedad contaba con una importante fábrica donde se preparaba la almendra y luego era enviada a la Argentina para usarla en la elaboración, no solo de los turrones, sino también de los bombones, confites y demás productos.
Así describía la Asociación de Fabricantes de Dulces, Conservas y Afines a la empresa en 1937: "el amplio establecimiento, donde la suntuosidad no ha sido desdeñada y donde los principales elementos que la contribuyen a hacer cómoda la estada de los obreros y empleados: el aire y la luz abundan en todas las dependencias; los señores Lopez y Fort tienen instalada la maquinaria de tipo más adelantado y de mayor capacidad productora, en uso en las principales fábricas del mundo. En las diferentes secciones del establecimiento es fácil apreciar las condiciones de comodidad e higiene en que cada uno desempeña sus tareas, notándose de inmediato que un concepto acabado de la disciplina no se opone a que el trabajo se desarrolle en un ambiente de sana alegría."
La sociedad López y Fort se disuelve en buenos términos. Se desconocen cuáles fueron los motivos que llevaron a este hecho.
Don Fort idea y lleva adelante un programa de expansión de la planta con el que se amplia la misma a 5000m². Además, afianzados por una solida posición económica, se efectúa una importante adecuación tecnológica.
Se crea La Delicia Felipe Fort S.A. como consecuencia de la separación legal en dos sociedades anónimas de las instalaciones. Este mismo año, Carlos Augusto Fort, uno de los hijos del fundador, se convierte en gerente general de la compañía.
Sale a la venta el famoso Chocolatín Jack con sorpresa.
Carlos Augusto asume la presidencia tras la renuncia de su padre Felipe en mayo de este año. A partir de entonces, se vuelve a trabajar en la expansión de las instalaciones y el edificio de Gascón 349 pasa a tener 25000m². En este sentido, se da también una importante renovación tecnológica.
La empresa se convierte en una de las primeras del país en comercializar barritas de cereales.
Felfort es reconocida en el Ranking Clarín de Prestigio como una de las empresas argentinas más admiradas.
Fallece Carlos Fort. Su esposa, Marta Campa de Fort asume la presidencia mientras que sus hijos Jorge y Eduardo se hacen cargo de dirigir la compañía. El tercer hijo del matrimonio, Ricardo, por decisión propia, no formó parte de la dirección operativa de la empresa.
Felfort celebra 100 años de tradición.
La empresa recibe el Premio Pyme a la Trayectoria como reconocimiento por continuar con el legado familiar y convertirse en modelo a seguir para otras pequeñas y medianas empresas.